Sobre el silencio

Voy a contar una historia que me contó un profesor de mi facultad:

Como vendedor, he conocido todo tipo de clientes. Desde aquellos que preguntan por todo, no dejan de hablar y buscan las mejores ofertas, hasta aquellos que no abrían el pico y simplemente asentían. El premio se lo lleva un cliente que visité hace bastantes años. Cuando llegué a la cita, nos atendió un caballero de pocas palabras vestido humildemente. El hombre sentado tras un escritorio escuchó nuestras ofertas sin gesticular hasta que terminamos de exponer y guardó silencio hasta que dijo: “Es muy caro”. Una de las reglas es no tratar al cliente como si fuera gilipollas, repitiendo las cosas innecesariamente. Así que no repetí nada de lo que había dicho anteriormente. Estaba seguro de que me había escuchado perfectamente. Después de tratar de convencer de que el precio estaba más que justificado y estar cinco minutos eternos mirándonos en silencio, retiré la oferta que le hice y le hice una mejor.

Nunca había estado tan incómodo en mi vida y estaba tan claro como el agua, lo había hecho a posta.

Es un hecho, tenemos miedo al silencio. Aprende a utilizarlo en tu favor y conseguirás transmitir lo que muchas veces no conseguimos con palabras.